lunes, 12 de octubre de 2009

Murió Juan Valdivia, trovador y creador de la Corte de los Milagros

Tras estar internado en un hospital de León Guanajuato, el deceso fue inevitable

anibalfily, Misantla, Ver.- Este domingo 11 de octubre de 2009, dejó de existir el trovador y promotor de la música de contenido, Juan Valdivia tras estar hospitalizado por 10 días aproximadamente.
El compositor y cantante ingresó al hospital del IMSS de León, Guanajuato el 28 de septiembre tras presentar problemas respiratorios y mareos. Al sentir que las molestias iban en aumento, amigos de Juan Valdivia decidieron internarlo en el hospital para que recibiera los cuidados y atenciones necesarios.
Una fuerte bronconeumonía atípica fue la causa por la que Juan Valdivia ingresó al hospital a sus 48 años de edad, quien entró en terapia intermedia para que pudiera restablecerse de salud, pero los intentos no fueron suficientes, por lo que fue preciso que entrara en terapia intensiva para obtener mejores logros.
Después de varios días de cuidados intensivos era urgente inducirle el coma, como una alternativa ante el avance despiadado de la enfermedad. Entre otras cosas, fue inevitable practicarle una traqueotomía para que pudiera respirar. El sábado 10 de octubre colapsaron sus pulmones.
Fue el domingo 11 de octubre, cuando los médicos anunciaron el triste deceso de Valdivia, tras haber sufrido un infarto.
Tras su muerte, en su funeral hubo canciones, trova y pocos rezos (pero muy devotos). Como un momento especial se escuchó el Disco que grabara “La Corte de los milagros”, cuando estuvo en la ciudad de Xalapa, Veracruz. Al tiempo en que su disco era escuchado, fue coreado por los amigos asistentes.
Sus cenizas serán presentadas en una misa para pedir por el eterno descanso del trovador guanajuatense, este 12 de octubre en la Iglesia de la colonia Morelos, en la ciudad de San Francisco del Rincón, Gto.
Descanse en paz, Juan Valdivia, trovador y amigo…



Yo no fui el mejor ejemplo y te lo admito,
Fácil es juzgar la noche al otro día;
Pero fui sincero, y éso sí lo grito,
Que yo nunca he hipotecado al alma mía!
Si yo he vivido parao, ay que me entierren parao;
Si pagué el precio que paga el que no vive arrodillao!
Ahí te dejo mi sonrisa y todo lo que me han quitao.
Lo que perdí no he llorao, si yo he vivido sobrao..
Parao, de Rubén Blades